PASTORAL DE LA ESCUCHA
La escucha es una obra de misericordia de las más bellas que hay y más urgente de vivir en el mundo actual
Hoy, cuando la sociedad moderna escucha cada vez menos debido a la contaminación auditiva, al centramiento en sí mismo, a la comunicación rápida pero superficial, a que no hay tiempo, al individualismo, a la indiferencia, a la pérdida de sensibilidad por el otro, la provincia de Cali, ha optado por responder efectivamente a este tipo de pobreza organizando la PASTORAL DE LA ESCUCHA EN LA CAPILLA DE LA MEDALLA MILAGROSA.
Teniendo en cuenta la realidad colombiana: violencia, trata de personas, conflictos interpersonales, maltrato, violaciones, injusticias, suicidios, desplazamiento forzado, muertes violentas e inesperadas a temprana edad, vacío existencial, problemas de los hijos por la separación de sus padres, confusión religiosa, fragilidad de vínculos afectivos, prácticas supersticiosas, machismo, violencia doméstica, depresión en personas de la tercera edad a causa de la soledad, el miedo, la angustia, la enfermedad, etc… este tipo de acompañamiento ha sido positivamente en la sociedad porque en varios de ellos, de no haber sido tratados a tiempo, existía el riesgo de potenciar a enfermedades mentales, de continuar la cadena de venganza y violencia intra-familiar o social o puede terminar en un suicidio. De esta manera, la conversión de una persona repercute en el cambio de su entorno familia, contexto social, relaciones laborales, interpersonales y hace que ella proyecte su cambio en bien de los demás.
La pastoral de la escucha de la Capilla de la Medalla Milagrosa va disponiendo a las personas al encuentro con Jesús, con la Virgen María y a tomar conciencia de su propia realidad personal, familiar, social, hasta el punto de suscitar la conversión y la búsqueda de ayuda. El acompañamiento se inicia por la cogida de las hermanas que se disponen atender a las necesidades de los peregrinos que acuden a la Capilla. Debido a la alta demanda del servicio se hace necesario remitir a profesionales voluntarios, a otras entidades como la Renovación Carismática y/o instituciones de la Arquidiócesis
La verdadera escucha, sana, libera, reconforta, abre la mente, el corazón y la voluntad a las nuevas posibilidades. Es una manera concreta de manifestar el amor de Dios y el amor a Dios. Es una forma de peregrinar al interior de la persona y rescatarla del abismo, de llevarla a la búsqueda de la verdad que la hará libre y la capacita para asumir su propia historia como una historia de salvación. Para ello es necesario poner a la persona y ponernos nosotros mismos a la escucha de la Palabra de Dios para descubrir cuál es el designio de Él sobre cada una de ellas
Atendamos a la invitación del Papa Francisco: “necesitamos ejercitarnos en el arte de escuchar que es más que oír. Lo primero, en la comunicación con el otro, es la capacidad del corazón que hace posible la proximidad, sin la cual no existe un verdadero encuentro espiritual. La escucha nos ayuda encontrar el gesto y la palabra oportuna que nos desinstala de la tranquila condición de espectadores. Sólo a partir de esta escucha respetuosa y compasiva se pueden encontrar los caminos de un genuino crecimiento, despertar el deseo ideal del cristiano, las ansias de responder plenamente al amor de Dios y al anhelo de desarrollar lo mejor de Dios ha sembrado en la propia vida”. (Evangelio Gaudium No.171)